2 DE DICIEMBRE, 2020
BURZACO (BUENOS AIRES) (AICA)
"Qué tristeza para un pueblo, qué tristeza para una Nación con tanto territorio, con tantas posibilidades de vida, atentar contra la vida", sostuvo el obispo de Lomas de Zamora.
Mons. Lugones en la misa dominical
El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió la misa del inicio del Adviento, en la que lamentó el atentado contra la vida de un no nacido.
En la celebración eucarística, que tuvo lugar en la entrada del colegio San José, de Burzaco, el prelado explicó que el Adviento es “un tiempo de silencio, reflexión y entrega para ordenar la casa interior, para que nos encuentre la Navidad festejando esta gracia de que Dios, del seno de María, se hace hombre y va a empezar a caminar la vida de los hombres, sin descuidar la responsabilidad de ser Dios”.
Al evocar el coloquio de San Ignacio “ahí como si presente me hallase a los pies de María embarazada o sentada al lado de ella”, invitó a hablar con la Virgen María "en este último mes de embarazo o en este niño que viene a salvarnos”.
El obispo lomense hizo referencia entonces a la iniciativa parlamentaria sobre la "Interrupción Voluntaria del Embarazo" que se debate esta semana.
“¡Qué sufrimiento cuando se atenta contra la vida de un no nacido! ¡Qué tristeza para un pueblo, qué tristeza para una Nación con tanto territorio, con tantas posibilidades de vida, atentar contra la vida!”, sostuvo.
Este sábado hubo, en el país y en la diócesis, distintas manifestaciones a favor del “valor y el respeto por la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural”.
“Ven Señor Jesús es un pedido de que venga a nuestro corazón, a nuestro pueblo, que alivie los sufrimientos, ven Señor a cuidar la fragilidad, a devolvernos la alegría, a devolvernos la esperanza”, completó.
Al final, monseñor Lugones anticipó nuevas indicaciones para la celebración de las misas y la reunión de los grupos parroquiales y laicales.
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