¿SUICIDIO COLECTIVO?
La Provincia de Buenos Aires, vuelve a tener su cuota de sangre diaria que abona su fértil suelo y mientras la sociedad se encamina hacia su nueva duda eleccionaria, la violencia ejerce su poder nefasto y deja su huella en cada uno de nosotros.
Los encargados y tenedores de la fuerza publica, ausentes sin aviso, se jactan de una Provincia mas activa que nunca; olvidándose de decir o agregar que la violencia es la mas activa.
Viajes, sonrisas, promesas efímeras, son las que ganan espacio en los principales diarios, dando una visión surrealista de lo que acontece en nuestro suelo argentino. De mirada seria y ceño fruncido, ofrece su rostro a las cámaras utilizando su mejor angulo y con voz trémula, da cuenta de los logros obtenidos durante su gestión, lo que significa que es poseedor del boleto habilitante para ser coronado Presidente de todos los argentinos.
De nada vale mostrar con documentación a la vista su desapego a la función para la cual fue elegido, no sabe cuantos muertos causo la inundación en La Plata no sabe “estadisticamente” cuantos vecinos fueron asesinados durante su gobierno. No responde y elude hábilmente las preguntas que le duelen hasta la médula, sobre derechos humanos y desaparición de personas; y el caso Arruga, refleja mucho mas su inoperancia al frente de un gobierno que se tambalea y zozobra.
Se cuentan de a cientos los vecinos asesinados por una violencia inaudita que haciéndole pito catalán a su discurso.
El, cual perro con cola nueva, se pasea en cuanto programa de televisión encuentra, para dar cuenta de sus diplomas y méritos, ante una audiencia que asombrada por sus palabras que no puede dar crédito a las sandeces escuchadas.
De mirada adusta y rostro sombrío, impone una autoridad ilustre; ya alejado de sus inicios deportistas, con campeonatos armados para su satisfacción y vanidad, teje un sinfín de excéntricas vanaglorias que según su propio análisis, le dan el titulo de candidato en ascenso.
Siempre preso de su cercanía de la farándula, no dejo oportunidad alguna que le presentase, para pedir a los señores delincuentes, la clemencia ante la necesidad del pariente de....o el amigo de....; sin embargo para el vecino común, nunca movió un musculo, ni le intereso si te mataban a vos o a tu familia.
Sin importarle las muertes que arrastra en su gestión, sin tener conciencia de la gravedad institucional que surgió a consecuencia del asesinato del “Lauchon” Viale, por parte de una policía Bonaerense, de la cual es el responsable directo, ahora tiene la osadía de presentarse como salvador de la Patria.
¡Cuantos asesinatos son obra de la Bonaerense?, durante su gobierno, cuantas familias aún lloran por su ineficiencia, reclamando por la presencia de aquel, que ya no esta y murió vanamente.
El caso Marisol, que trate en su momento como algo extraño y fuera de lo común, hoy sale a la luz; que hubo 1.5 millones de dolares en danza y la Bonaerense como casi siempre tuvo activa participación para que el rumbo de la investigación no se encarrilara.
Podría estar llenando cientos de paginas con datos que son públicos, hechos que nos espantan, que nos duelen, sin que el Gobernador, muestre un acto de bondad y eficacia en manejo en la cosa diaria.
Una Carolina Piparo, recibió como única ayuda en su tristeza, el agónico aviso, de que el Gobernador, no podía hacer nada, porque “tenia las manos atadas” y pese a que un Nestor, lleno de bronca por la apatía demostrada, en publico le pidió que de los nombres de los que le ataban las manos; él, con su mejor cara de impasible dominador del yoga, miro al firmamento, haciendo oídos sordos al reclamo presidencial.
Muchas omisiones y acciones, pintan de cuerpo entero a este débil candidato,que ahora envalentonado por sus aspiraciones, no deja de decir que es el de mayor experiencia para llevar a la Argentina, hacia un futuro mejor.
No soy participe del suicidio, menos del suicidio social colectivo, y estoy seguro que una sociedad adulta, madura y responsable, no va a votar la continuidad de una tortuosa vida diaria, a la nos sometió durante todos estos años.
La Provincia de Buenos Aires, es tierra arrasada, no hay Ley, y aunque me digan que estoy equivocado, digo que en los papeles la Ley reluce como el oro, pero cuando sos victima, siempre hay vericuetos legales que a la Ley, la dejan sepultada en una maraña de legajos y la transforman un una utopía.
El reclamo social, es de Justicia, que se prevenga y no se reprima; que nuestros hijos, padres, hermanas, madres, puedan caminar con seguridad por las calles de la Provincia, sin tener que encomendar al santo de turno, para llegar sanos y salvos a destino.
Uno desea, llegar al trabajo sin sobresaltos, sin tener que correr por temor al delito; que nuestros hijos sepan distinguir el olor del asado, antes que el humo de las drogas. Que la fuerza de seguridad, sea parte de la comunidad y no que se erija en un status social, tratándonos de “civiles” por no ser de la fuerza. Que aflore la prevención, en lugar de la represión, y que nuestros hijos puedan nuevamente confiar en esa fuerza, que hace unos años era cómplice de las masacres dictatoriales.
Que las políticas de seguridad publica, sean consensuadas entre las partes, y no que partan solamente desde el escritorio de un gobernador trasnochado. Que haya un plan de prevención integral, con manuales de calidad de atención ciudadana y que el funcionario probo, sea reconocido por sus méritos reales y no por los inventados con la “estadística”.
El futuro gobierno debe apoyarse en la premisa de que sin seguridad, no pueden articularse pautas de educación, sanidad y trabajo. La seguridad ciudadana, es la materia aglutinante de todo el movimiento social que se produce.
De nada vale, que tengas un auto 0 Km sin poder usarlo, por temor seguro al robo.
Aquel que sepa dar una mejor visión de la realidad y las medidas necesarias para minimizar los riesgos que corremos actualmente, ser el que se lleva nuevamente la fe, del que ora para seguir vivo un día más.
Y mientras la Provincia se desangra, el gobernador, se va de viaje a Salta, para ver como otros triunfan en esos pagos. Nosotros, no le importamos, somos carne de cañón, somos los descartables, y le servimos únicamente, para saciar su sed de ambición desmedida.
Alfredo Silverio Rodriguez
DNI.11.894.278
Almirante Brown Seguridad Ciudadana
La Provincia de Buenos Aires, vuelve a tener su cuota de sangre diaria que abona su fértil suelo y mientras la sociedad se encamina hacia su nueva duda eleccionaria, la violencia ejerce su poder nefasto y deja su huella en cada uno de nosotros.
Los encargados y tenedores de la fuerza publica, ausentes sin aviso, se jactan de una Provincia mas activa que nunca; olvidándose de decir o agregar que la violencia es la mas activa.
Viajes, sonrisas, promesas efímeras, son las que ganan espacio en los principales diarios, dando una visión surrealista de lo que acontece en nuestro suelo argentino. De mirada seria y ceño fruncido, ofrece su rostro a las cámaras utilizando su mejor angulo y con voz trémula, da cuenta de los logros obtenidos durante su gestión, lo que significa que es poseedor del boleto habilitante para ser coronado Presidente de todos los argentinos.
De nada vale mostrar con documentación a la vista su desapego a la función para la cual fue elegido, no sabe cuantos muertos causo la inundación en La Plata no sabe “estadisticamente” cuantos vecinos fueron asesinados durante su gobierno. No responde y elude hábilmente las preguntas que le duelen hasta la médula, sobre derechos humanos y desaparición de personas; y el caso Arruga, refleja mucho mas su inoperancia al frente de un gobierno que se tambalea y zozobra.
Se cuentan de a cientos los vecinos asesinados por una violencia inaudita que haciéndole pito catalán a su discurso.
El, cual perro con cola nueva, se pasea en cuanto programa de televisión encuentra, para dar cuenta de sus diplomas y méritos, ante una audiencia que asombrada por sus palabras que no puede dar crédito a las sandeces escuchadas.
De mirada adusta y rostro sombrío, impone una autoridad ilustre; ya alejado de sus inicios deportistas, con campeonatos armados para su satisfacción y vanidad, teje un sinfín de excéntricas vanaglorias que según su propio análisis, le dan el titulo de candidato en ascenso.
Siempre preso de su cercanía de la farándula, no dejo oportunidad alguna que le presentase, para pedir a los señores delincuentes, la clemencia ante la necesidad del pariente de....o el amigo de....; sin embargo para el vecino común, nunca movió un musculo, ni le intereso si te mataban a vos o a tu familia.
Sin importarle las muertes que arrastra en su gestión, sin tener conciencia de la gravedad institucional que surgió a consecuencia del asesinato del “Lauchon” Viale, por parte de una policía Bonaerense, de la cual es el responsable directo, ahora tiene la osadía de presentarse como salvador de la Patria.
¡Cuantos asesinatos son obra de la Bonaerense?, durante su gobierno, cuantas familias aún lloran por su ineficiencia, reclamando por la presencia de aquel, que ya no esta y murió vanamente.
El caso Marisol, que trate en su momento como algo extraño y fuera de lo común, hoy sale a la luz; que hubo 1.5 millones de dolares en danza y la Bonaerense como casi siempre tuvo activa participación para que el rumbo de la investigación no se encarrilara.
Podría estar llenando cientos de paginas con datos que son públicos, hechos que nos espantan, que nos duelen, sin que el Gobernador, muestre un acto de bondad y eficacia en manejo en la cosa diaria.
Una Carolina Piparo, recibió como única ayuda en su tristeza, el agónico aviso, de que el Gobernador, no podía hacer nada, porque “tenia las manos atadas” y pese a que un Nestor, lleno de bronca por la apatía demostrada, en publico le pidió que de los nombres de los que le ataban las manos; él, con su mejor cara de impasible dominador del yoga, miro al firmamento, haciendo oídos sordos al reclamo presidencial.
Muchas omisiones y acciones, pintan de cuerpo entero a este débil candidato,que ahora envalentonado por sus aspiraciones, no deja de decir que es el de mayor experiencia para llevar a la Argentina, hacia un futuro mejor.
No soy participe del suicidio, menos del suicidio social colectivo, y estoy seguro que una sociedad adulta, madura y responsable, no va a votar la continuidad de una tortuosa vida diaria, a la nos sometió durante todos estos años.
La Provincia de Buenos Aires, es tierra arrasada, no hay Ley, y aunque me digan que estoy equivocado, digo que en los papeles la Ley reluce como el oro, pero cuando sos victima, siempre hay vericuetos legales que a la Ley, la dejan sepultada en una maraña de legajos y la transforman un una utopía.
El reclamo social, es de Justicia, que se prevenga y no se reprima; que nuestros hijos, padres, hermanas, madres, puedan caminar con seguridad por las calles de la Provincia, sin tener que encomendar al santo de turno, para llegar sanos y salvos a destino.
Uno desea, llegar al trabajo sin sobresaltos, sin tener que correr por temor al delito; que nuestros hijos sepan distinguir el olor del asado, antes que el humo de las drogas. Que la fuerza de seguridad, sea parte de la comunidad y no que se erija en un status social, tratándonos de “civiles” por no ser de la fuerza. Que aflore la prevención, en lugar de la represión, y que nuestros hijos puedan nuevamente confiar en esa fuerza, que hace unos años era cómplice de las masacres dictatoriales.
Que las políticas de seguridad publica, sean consensuadas entre las partes, y no que partan solamente desde el escritorio de un gobernador trasnochado. Que haya un plan de prevención integral, con manuales de calidad de atención ciudadana y que el funcionario probo, sea reconocido por sus méritos reales y no por los inventados con la “estadística”.
El futuro gobierno debe apoyarse en la premisa de que sin seguridad, no pueden articularse pautas de educación, sanidad y trabajo. La seguridad ciudadana, es la materia aglutinante de todo el movimiento social que se produce.
De nada vale, que tengas un auto 0 Km sin poder usarlo, por temor seguro al robo.
Aquel que sepa dar una mejor visión de la realidad y las medidas necesarias para minimizar los riesgos que corremos actualmente, ser el que se lleva nuevamente la fe, del que ora para seguir vivo un día más.
Y mientras la Provincia se desangra, el gobernador, se va de viaje a Salta, para ver como otros triunfan en esos pagos. Nosotros, no le importamos, somos carne de cañón, somos los descartables, y le servimos únicamente, para saciar su sed de ambición desmedida.
Alfredo Silverio Rodriguez
DNI.11.894.278
Almirante Brown Seguridad Ciudadana
Comentarios
Publicar un comentario