Como habíamos dicho hace unos días, los sectores afines al "deja todo como esta, no jodas con nuestra quintita", le declararían la guerra a la Gobernadora Maria Eugenia Vidal.
Y la guerra mencionada, ya esta en la tapa de los diarios. Los uniformados, no afectos a las"purgas" o pases a retiro, están bastantes molestos, por las acciones que quiere llevar adelante la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires.
Por lo pronto se habla de un quite de colaboración en las tareas de prevención y vigilancia, luego una falta de atención del 911, lo que siembra el campo propicio a la delincuencia y le deja el territorio liberado,para que hagan lo que quieran con los ciudadanos.
La profunda reforma policial que se pretende, entre la que se encuentra la obligación de firmar una declaración jurada de bienes por parte de los uniformados, genero una serie de arideces, y al no tener noticias de un aumento salarial.
Los que quieren crear el desconcierto en la sociedad, tienen elementos necesarios para poner en jaque la gobernabilidad de la provincia.
Quizás la sangre no llegue al río, pero el desgaste y la erosión del poder político, ya tiene su primera herida y los uniformados vislumbran una conservación de sus "derechos adquiridos".
Vidal, tiene una difícil tarea, la de gobernar al ejercito civil armado, mas numeroso de la Argentina.
Y que tiene en sus filas, infiltrados, que aprovechan esa autoridad investida en ellos, para delinquir, y en este caso particular, promover una protesta de resultado incierto.
Se avizoran tiempos difíciles para la Gobernadora, si no puede poner en caja, a los díscolos uniformados, que durante años, no han tenido el control que se pretende.
Mientras esto sucede, los "amigos de lo ajeno", afilan sus garras para este fin de semana, soñando tal vez con un aquelarre de sangre y muerte, mientras los uniformados alejados de su función, juegan a ser políticos.
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