Misa por el día de la lucha contra las adicciones
En el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas que se celebró ayer, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones sj, presidió anoche una misa en la catedral Nuestra Señora de la Paz, convocada por la Pastoral de Adicciones.
En su homilía, monseñor Lugones valoró a los que “apuestan por la vida frente a los que están en la adicción, es un compromiso importante y serio”, y recordó que “tenemos que ocuparnos de ser parte de esto, todos podemos ayudar desde la oración, el ofrecimiento, el testimonio y la cercanía”
La misa -que contó con la presencia del Director de Culto de la provincia de Buenos Aires Walter Jiménez, y jóvenes de la comunidad terapéutica “El Palomar” junto con sus familias- fue concelebrada por el presbítero Osvaldo Mouriño, delegado de la pastoral.
En el marco de este día establecido por la Organización de las Naciones Unidas, antes de la misa hubo adoración al Santísimo Sacramento, alabanzas y el rezo del santo rosario. Además, se llevó a cabo en el parque “Eva Perón” el “Maratón por la vida” organizado por el Municipio de Lomas de Zamora y la comunidad “El Palomar”, que integra la pastoral.
Talleres de formación en prevención de adicciones, acompañamiento familiar y abordaje social
Destinados a agentes de pastoral, docentes y animadores pastorales para “sensibilizar, formar y animar para la adquisición de los recursos necesarios, a fin de servir como agentes para prevención de adicciones, animación comunitaria, prevención de salud, escucha y acompañamiento de las personas afectadas por consumo de sustancias adictivas y de sus familias”, los talleres comenzaron el sábado 25 de junio, y continuarán el 23 de julio, 27 de agosto, 24 de septiembre y 8 de octubre, de 9 a 12.30, en el anexo de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, ubicado en Manuel Castro 192, Lomas de Zamora.
Los talleres son gratuitos y se entregará certificación conjunta de la Pastoral de Adicciones y el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires.
Más información e inscripciones: pastoraldeadicciones@ilomas.org.ar
Mensaje del Obispo diocesano para el “Día Internacional de la Lucha contra el uso indebido y el Tráfico Ilícito de drogas”
En el año 1987 la ONU estableció el 26 de junio como “Día Internacional de la Lucha contra el uso indebido y el Tráfico ilícito de drogas”.
Hoy venimos a rezar y nos congrega el deseo de poner el hombro ante este flagelo de la droga. Necesitamos unir nuestras voluntades para acompañar al que ha quedado solo y desahuciado en el camino de la vida.
Esta situación de angustia y desorientación nos invita a la solidaridad de grupos y personas que con profundo amor a la vida se suman con la esperanza de transformar algo en la sociedad y en la recuperación de los caídos. Alentamos a los que ofrecen su tiempo y hacen todo lo que está a su alcance para que nuestra sociedad vislumbre otro horizonte de futuro.
La fuerza de la droga consiste en un negocio que apaña a los poderosos de este mundo. Produce deterioro de las personas y sociedad, quitando libertad tanto del que vende porque se hace esclavo de las mafias, como el que consume que se hace esclavo del narcótico.
Los obispos en el Nº3 del documento "Felices los que trabajan por la paz” deciamos: No se puede responsabilizar y estigmatizar a los pobres por ser tales. Ellos sufren de manera particular la violencia y son víctimas de robos y asesinatos, aunque no aparezcan de modo destacado en las noticias. Conviene ampliar la mirada y reconocer que también son violencia las situaciones de exclusión social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación, de precariedad laboral, de empobrecimiento estructural de muchos, que contrasta con la insultante ostentación de riqueza de parte de otros. A estos escenarios violentos corremos el riesgo de habituarnos sin que nos duela el sufrimiento de los hermanos. Todo lo que atenta contra la dignidad de la vida humana es violación al proyecto de amor de Dios: la desnutrición infantil, gente durmiendo en la calle, hacinamiento y abuso, violencia doméstica, abandono del sistema educativo.
La oferta de la droga nos está hablando de la demanda del amor que tantos adolescentes y jóvenes reclaman, a su familia, a su círculo de amigos, a su comunidad, es doloroso el sentimiento de abandono y desprotección, que palpamos cotidianamente en nuestros barrios.
El Papa Francisco nos dice: “Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos, será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra, encontrarán un caldo de cultivo que, tarde o temprano provocará su explosión” (Exhortación apostólica Evagelli Gaudium – N°59).
La indiferencia nos vuelve cómplices, porque no nos hacemos cargo de lo poco o mucho que podemos hacer. Vuelvo a insistir como hace tres años de trabajar en redes todas las instituciones del medio. Invitamos a los que aún no se han convocado y conocen de cerca este daño, que se involucren para ayudarnos, ya que la unión hace la fuerza. Somos conscientes que hoy nos toca hacernos cargo de los adictos ya que el narcotráfico es otra forma de poder.
Dice Francisco en MV 19: “La palabra del perdón pueda llegar a todos y la llamada a experimentar la misericordia no deje a ninguno indiferente. Mi invitación a la conversión se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida. Pienso en modo particular a los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal, cualquiera que éste sea. Por vuestro bien, os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador. No caigáis en la terrible trampa de pensar que la vida depende del dinero y que ante él todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad. Es solo una ilusión…”
Nos unimos en la oración y en el deseo, pidiendo por los caídos y los que se acercan para darles una mano que no pierdan la esperanza, también por los que tienen autoridad legal sabiendo que solo incautando su dinero mal habido se puede parar este círculo vicioso de las mafias. Que gobierno, justicia y fuerzas de seguridad puedan asumir un rol conjunto y decidido ante los traficantes de la muerte. Muchos son los que queremos otra sociedad y estamos dispuestos a dialogar y trabajar juntos contra este mal.
Rezamos para que Dios toque el corazón de los traficantes de la muerte, para que se arrepientan y puedan salir de la oscuridad que los circunda. Que nuestra Señora Madre y Reina de la Paz presente nuestros ruegos y súplicas al Padre de la Misericordia y a su Hijo Jesucristo.-
Mons. Jorge Lugones sj
Obispo de la Diócesis de Lomas de Zamora
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