ALMIRANTE BROWN, GENERAL RODRIGUEZ, MORENO “LOS MUNICIPIOS NARCOS”
Desde tiempos inmemoriales, se libra una cruenta batalla social contra el flagelo de la droga, que marca en nuestra historia contemporánea, el ocaso de generaciones, de jóvenes venturosos atrapados en la red del narcotráfico.
Está, la madre de todas las batallas, es librada sin tregua, por los que detentan el poder de las armas, el dominio de las calles y son los autores de una violencia irracional, amparados por una impunidad absoluta.
En todos los estamentos del Estado, hay cómplices del silencio mafioso necesario, para que las bandas dominantes operen sin riesgo su actividad criminal.
Desde el simple trabajador hasta el encumbrado funcionario público, corren el riesgo de ser actores involuntarios, en la sórdida trama criminal y a la postre, ya presos de las adicciones, ser víctimas del siniestro futuro en ciernes.
Desde mucho tiempo, y desde diferentes sectores, voces de alarmas se escucharon, alertando el principio de fin; una tras otra, diferentes Provincias argentinas, muestran su piel desnuda ante la penetración de “Cárteles”, “dealers” y “bunkers” de droga.
Santa Fe, Mendoza, Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y ahora la Provincia de Corrientes, ya se cuentan entre sus víctimas.
El Poder Político, mientras tanto, sumidos en su lenta y tardía retórica, debate en los recintos legislativos, la complicada situación social imperante por el accionar del narcotráfico en nuestro país.
Es que quizás, debido a lo difícil y trabajosa tarea legislativa que desarrollan, no han podido tomar contacto con la realidad que circunda sus despachos.
Ignorancia, incomprensión, ausencias del Estado, desaprensivas, irresponsables, son palabras, que tal vez, pueden reflejar las actitudes pocos claras que los legisladores realizan ante el avance de los dueños de la droga.
Los municipios de Almirante Brown, General Rodríguez y Moreno, son los que en la jerga del hampa, pueden ser nombrados como los “municipios narcos”. Diferentes medios, han informado por una inusitada actividad narco en esos lugares, y una insólita pasividad de las fuerzas locales de seguridad.
Cuenta la crónica periodística, que los procedimientos realizados contra los narcos, siempre fueron llevados a cabo por fuerzas de seguridad federales. Aunque desde el municipio, se atribuían para sí, el operativo llevado a cabo.
Desde una radio local, en General Rodríguez, se le pidió la renuncia de la mitad del gabinete municipal, por ser “mafiosos”; lejos de renunciar, un inmutable gobierno municipal, no se defendió ante la acusación, ni realizo denuncia alguna, solo hizo acreedora a la radio de una clausura.
Una pareja, dueña de una remiseria, fue atacada a balazos en su propio domicilio; la mujer resulto con graves heridas y el hombre asesinado. Desde las fuerzas policiales, que investigaban el delito, se alertó al sospechoso del crimen, para que huyera ante el inminente allanamiento ordenado por la fiscalía. Resultado, el crimen resulto impune.
Cuatro vecinos de General Rodríguez, sospechosos de ser narcos, fueron a una villa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en ese lugar, los mismos fueron asesinados de 24 balazos.
Y si hacemos una estadística de los vecinos de General Rodríguez, que fueron detenidos en otros distritos con diferentes cantidades de kilos cocaína en su poder, se llenarían varias páginas.
Para el buen entendedor, surge a “prima-facie” que General Rodríguez, es un lugar donde se hace acopio y distribución de drogas, ante la mirada impasible de los que supuestamente son los responsables de la seguridad ciudadana.
Solo se ve reflejado en los medios, pequeños procedimientos de limpieza de supuestos consumidores distribuidores, los que son presentados a la sociedad como importantes logros de la gestión, enmascarando la realidad que se ve en el territorio de ambos ejidos.
Hay mucha crónica periodística sobre la comisión de delitos relacionados con el narcotráfico, desde el triple asesinato que hizo famoso a General Rodriguez, hasta los bolsos del señor Lopez con casi diez millones de dólares, pasando por la quinta fest, y miles de kilos de droga decomisados en la zona, que nos llevan a pensar y a preguntar ¿qué motivo, tienen los narcos, para enviar tanta droga a esa zona?, ¿estos municipios, son zona liberadas para los narcos?
Es como si en estos lugares, se reflejara lo que se dice del Triángulo de las Bermudas, todo lo malo que pueda suceder, ocurre en estos municipios.
No escapa a lo narrado, el municipio del Almirante Brown, que desde hace muchos años tiene una inusual actividad narco en su territorio, y las sospechas recaen sobre la villa Betharran, que curiosamente, cuando se instalaron las famosas cámaras de seguridad hace ya muchos años, no fue beneficiada con ese importante “logro” en la gestión de ese momento. Muchos fueron los asesinados en esa zona, vecinos que aún esperan justicia y que sus criminales paguen sus fechorías.
Y también por esas cosas que tiene la tecnología, ninguna de las cámaras instaladas, vio nada sobre los asesinatos, y tampoco grabo nada sobre los hechos; refieren algunos memoriosos, que las cámaras instaladas no grababan, carecían de los dispositivos necesarios para guardar imágenes. Y que habían sido adquiridas a importante firma de telefonía, que se desprendió de las mismas por ser obsoletas, pese a ello, se dice que se pagaron precios exorbitantes para la época. Otro “logro” de la gestión.
En una nota realizada hace muchos años, contaba el caso de un asesinato ocurrido en el Barrio Don Orione, lugar donde pese a que tenía instalada una cámara de seguridad frente al lugar del hecho, esta no pudo ver al autor material. Motivo, muy sencillo, “alguien”, le había colocado delante de la cámara, un cartel de publicidad y, “nadie” vio nada, cuando mataban a este vecino.
Los que más saben del tema, narran; que las cámaras instaladas en Almirante Brown, son como un juguete, solo sirven para mirar el movimiento, no tienen zoom de acercamiento, no tienen definición, no graban, y los lux con los cuales trabajan, no les sirve para ver en horas de la noche. Y como dicen los políticos, un “logro” de la gestión.
En todos los municipios mencionados, que en su momento fueron objeto de análisis, el tema de las cámaras de seguridad, tiene las mismas características. Nunca ven nada, y por esas cosas que tiene la vida, siempre adolecen del mismo defecto; cuando hay un hecho delictivo que tiene una trascendencia pública que puede afectar intereses diversos, la cámara que tendría que haber grabado lo que acontecía, o estaba fuera de servicio por mantenimiento, el día anterior había dejado de funcionar o directamente no grabo nada.
No obstante ello, para aclarar la cosas, una multitud de funcionarios, salen a enfrentar a la prensa, con el mismo latiguillo de siempre, “se están realizando las investigaciones internas del caso, para deslindar responsabilidades”, eufemismo para decir, “no sabemos qué decir, pero ya lo inventaremos”.
Así, de esta manera, con mucho discurso político, pasividad e inacción, los municipios dejan librado el territorio, a las bandas mafiosas de los narcos, que hacen lo que mejor saben hacer, siembran el temor, fabrican soldados incondicionales a través de la droga dependencia, solventan campañas políticas y se van apoderando lentamente del poder.
Yo personalmente, estoy convencido, que esta inacción política, se hace de manera deliberada, por una necesidad de financiamiento electoral propio. Y, es que muchas empresas se preguntaron: ¿para que vamos a financiar a candidatos, si podemos hacer diputados a nuestros empleados?.
Y es ahí, donde el político de “carrera”, atina a financiarse con fondos del cualquier origen, incluso, los que provienen de sus amigos NARCOS.
Octubre esta próximo, y los NARCOS, ya están invirtiendo en sus candidatos.
La realidad de México, esta cada más cerca de Argentina.
Alfredo Silverio Rodriguez
Almirante Brown Seguridad Ciudadana
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