Por el trabajo y una "cultura del encuentro"
En el día de San José Obrero, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones sj, presidió hoy una misa con motivo del “Día del Trabajador”, donde pidió “que podamos tener trabajo y que se puedan abrir fuentes de trabajo, ya que el trabajo es un derecho y un deber, pero fundamentalmente nos dignifica como personas, porque Dios es quien crea la ley del trabajo”.
En la misa celebrada en el santuario Santos Latinoamericanos (Fiorito, Lomas de Zamora), monseñor Lugones destacó la figura de San José, “un trabajador, un hombre que silenciosamente acompañó a criar al hijo de Dios, y un hombre solidario que no vivía para si mismo, sino para los demás”.
“El trabajo que crea Dios es para dignificar a la persona, para poder formar y mantener una familia, y si no hay trabajo o un trabajo digno, empiezan más sufrimientos de lo que el mundo mismo y la naturaleza misma ya tiene”, agregó.
“Hoy no vemos una igualdad sino una desigualdad muy grande, que se llama inequidad”, indicó; “ante esto, la Doctrina Social de la Iglesia nos dice que el primer deber del Estado es velar por la justicia social. Y justicia es que cada uno pueda tener lo que es debido, por eso se habla de `justica distributiva´; es así que la Iglesia propicia que los bienes son de todos, `la universalidad de los bienes´, los bienes no son de algunos solamente, sino que Dios los ha creado para todos”.
En su homilía, el obispo subrayó que “la cuestión es que en la Argentina, el problema no lo resuelve uno solo, sino que lo tenemos que resolver todos los sectores y la dirigencia. Por eso es importante que nuestros dirigentes vivan este sentido de la justicia social”.
Al recordar la “espiritualidad del encuentro” que propone el papa Francisco, monseñor Lugones instó a pedir “la gracia del trabajo digno, pero fundamentalmente que cada uno, y los dirigentes, nos responsabilicemos de lo que necesitan los demás; cada uno puede aportar algo al Bien Común, que es una tarea de todos; el gobierno es parte del Estado, pero todos somos el Estado. Entonces, rezamos para que se abran fuentes de trabajo, pero que nos impliquemos en trabajar por los demás y, especialmente, por los que menos tienen”.
La misa de esta mañana fue convocada por la Pastoral Social de la diócesis; como cada domingo hoy también durante la celebración hubo cuatro bautismos; y al término de la misma, el obispo bendijo a las personas y las herramientas de trabajo que cada uno acercó.
En el día de San José Obrero, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones sj, presidió hoy una misa con motivo del “Día del Trabajador”, donde pidió “que podamos tener trabajo y que se puedan abrir fuentes de trabajo, ya que el trabajo es un derecho y un deber, pero fundamentalmente nos dignifica como personas, porque Dios es quien crea la ley del trabajo”.
En la misa celebrada en el santuario Santos Latinoamericanos (Fiorito, Lomas de Zamora), monseñor Lugones destacó la figura de San José, “un trabajador, un hombre que silenciosamente acompañó a criar al hijo de Dios, y un hombre solidario que no vivía para si mismo, sino para los demás”.
“El trabajo que crea Dios es para dignificar a la persona, para poder formar y mantener una familia, y si no hay trabajo o un trabajo digno, empiezan más sufrimientos de lo que el mundo mismo y la naturaleza misma ya tiene”, agregó.
“Hoy no vemos una igualdad sino una desigualdad muy grande, que se llama inequidad”, indicó; “ante esto, la Doctrina Social de la Iglesia nos dice que el primer deber del Estado es velar por la justicia social. Y justicia es que cada uno pueda tener lo que es debido, por eso se habla de `justica distributiva´; es así que la Iglesia propicia que los bienes son de todos, `la universalidad de los bienes´, los bienes no son de algunos solamente, sino que Dios los ha creado para todos”.
En su homilía, el obispo subrayó que “la cuestión es que en la Argentina, el problema no lo resuelve uno solo, sino que lo tenemos que resolver todos los sectores y la dirigencia. Por eso es importante que nuestros dirigentes vivan este sentido de la justicia social”.
Al recordar la “espiritualidad del encuentro” que propone el papa Francisco, monseñor Lugones instó a pedir “la gracia del trabajo digno, pero fundamentalmente que cada uno, y los dirigentes, nos responsabilicemos de lo que necesitan los demás; cada uno puede aportar algo al Bien Común, que es una tarea de todos; el gobierno es parte del Estado, pero todos somos el Estado. Entonces, rezamos para que se abran fuentes de trabajo, pero que nos impliquemos en trabajar por los demás y, especialmente, por los que menos tienen”.
La misa de esta mañana fue convocada por la Pastoral Social de la diócesis; como cada domingo hoy también durante la celebración hubo cuatro bautismos; y al término de la misma, el obispo bendijo a las personas y las herramientas de trabajo que cada uno acercó.
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