Mensaje de los obispos de la diócesis por el fallecimiento de cuatro detenidos en una comisaría de E.E.
Mensaje de los obispos de la diócesis por el fallecimiento de cuatro detenidos en una comisaría de E.E.
Con motivo del fallecimiento de cuatro detenidos a raíz de "un intento de fuga, una pelea y un posterior incendio" en la comisaría tercera de Transradio, en la localidad de 9 de Abril, Partido de Esteban Echeverría, los obispos de la diócesis de Lomas de Zamora expresaron su “profundo dolor, pidiendo a Dios consuele a sus familias” y remarcaron que “este drama es un clamor al Cielo que desnuda la situación inhumana en la que viven los presos”.
Mensaje de los obispos
Ante la noticia de los trágicos acontecimientos que se sucedieron en la comisaría 3 de Esteban Echeverria en la que perdieron la vida cuatro jóvenes que estaban allí detenidos, los obispos de la diócesis de Lomas de Zamora queremos expresar nuestro profundo dolor, pidiendo a Dios consuele a sus familias.
Este drama es un clamor al Cielo que desnuda la situación inhumana en la que viven los presos, por lo que como Iglesia, y en ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres a la que nos convoca el papa Francisco, queremos acoger y proteger a quienes viven la exclusión y la marginalidad, porque como dice el salmo 34: “El pobre gritó al Señor y Él lo escuchó”.
La Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el Sumo Pontífice, la evocará la Iglesia este fin de semana con distintas iniciativas de encuentro y fraternidad.
Igual que el año anterior, la catedral Nuestra Señora de la Paz ofrecerá el sábado un almuerzo a personas en situación de calle. El domingo a las 19, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, presidirá una misa por la ocasión y llevará a cabo el rito del lavatorio de los pies.
Los obispos auxiliares, monseñor Jorge Torres Carbonell y monseñor Jorge García Cuerva, también presidirán bautismos masivos y misas en sendos barrios de Ezeiza y Almirante Brown
En relación a la jornada y justamente ayer, en un video, monseñor García Cuerva aludió al “grito de tantos jóvenes de nuestros barrios en el conurbano bonaerense y también de la cárcel, (...) gritos a veces expresados con mucha violencia (...) o gritos de esperanza”, y llamó a “asumir junto con ellos que no podemos vivir en una sociedad de descartables y desechables, y que seguimos soñando que el Reino de Dios es posible entre nosotros”.
Comentarios
Publicar un comentario