En el Miércoles de Ceniza, el obispo dio su mensaje de Cuaresma para toda la diócesis
En su mensaje de Cuaresma para toda la diócesis, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, aseguró que este tiempo litúrgico “como tiempo de conversión es un volvernos a Dios. Volver a Dios con nuestras cargas y las de los otros, volver en nuestro camino requiere pararse y comenzar a desandar el camino. A veces volverse del camino ayuda a descansar, a encontrarnos con otros, a preguntar, a pedir ayuda”.
El mismo monseñor Lugones pronunció su mensaje en la misa del Miércoles de Ceniza que presidió esta noche en la catedral Nuestra Señora de la Paz, donde según la liturgia del día llevó a cabo la imposición de las cenizas; por la mañana hizo lo propio, junto a los sacerdotes de la vicaría de Lomas, en la peatonal Laprida del centro lomense.
Se refirió a la Cuaresma como “un excelente punto de reflexión y oración” y dijo que “la conversión requiere disciplina y tiempo”: “Volvernos como comunidad eclesial de nuestras posturas rígidas y tajantes para volver a ser el `cacharro frágil´ en manos del alfarero; a la misión en cuerpo que nos libra del individualismo estéril, a la confiada oración en común que renueva nuestro fervor misionero que apostando al tiempo de Dios, nos aleja del inmediatismo ansioso”, sostuvo.
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