Ordenación episcopal de Mons. Ignacio Damián Medina
Domingo 1 Mar 2020 | 12:15 pm
Lomas de Zamora (Buenos Aires) (AICA): “Ignacio: que buscando siempre la mayor gloria de Dios, tu justicia se ejerza siempre desde la interior ley de la caridad. Que la luz que te guíe sea la que demanda Jesús en el Evangelio”, le dijo monseñor Lugones al flamante obispo auxiliar de Lomas de Zamora, monseñor Ignacio Damián Medina, en su consagración episcopal que tuvo lugar en la mañana del sábado 29 de febrero en la catedral Nuestra Señora de la Paz.
En una celebración que tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora de la Paz en la mañana del sábado 29 de febrero, monseñor Ignacio Damián Medina, designado por el papa Francisco obispo auxiliar de Lomas de Zamora, recibió la ordenación episcopal de manos del obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, acompañado por el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, y monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires, como obispos coconsagrantes.
Con el templo colmado de fieles que acompañaron al nuevo obispo, la celebración se vivió en un clima de alegría. Concelebraron la misa, el obispo auxiliar de la diócesis, monseñor Jorge Torres Carbonell, una veintena de prelados especialmente de la Región Buenos Aires y sacerdotes de la diócesis de Lomas y de la arquidiócesis de Buenos Aires.
Al iniciar su homilía, monseñor Lugones agradeció al nuevo obispo su “aceptación y generosidad en la tarea que el Señor te tenía preparada”. Más adelante, le dijo: “Ignacio: que buscando siempre la mayor gloria de Dios, tu justicia se ejerza siempre desde la interior ley de la caridad. Que la luz que te guíe sea la que demanda Jesús en el Evangelio”.
Luego invocó a la Virgen: “María, Reina de los Apóstoles, te abraza, Ignacio, como apóstol de su hijo, y nosotros deseamos como diócesis que María, Madre y Reina de la paz, que tuvo tanto que ver con la pacificación histórica de nuestra patria, hoy te reciba con toda su ternura y te siente en su cátedra como discípulo de Jesús, transfigurado por la misericordia, pastor de tu pueblo y constructor de la paz”.
Concluida la celebración, monseñor Medina esbozó unas palabras a la comunidad presente: “Hace 25 años fui llamado por mi nombre al orden presbiteral, y contesté con sencillez: `Aquí estoy'. El Señor Jesús y la Iglesia hoy de Lomas de Zamora me vuelve a llamar por mi nombre, y vuelvo a contestar, renovando mi compromiso con sencillez: `Aquí estoy Señor, con tu gracia, para hacer tu voluntad'”.
El flamante obispo, que al momento de su nombramiento era párroco del Niño Jesús, en el barrio porteño de Villa Lugano, agradeció a Dios, a la Virgen y a su familia, por la compañía en su ministerio sacerdotal. “La palabra que más resuena en mi corazón es conmoción”, dijo al recordar el momento en que fue convocado para la tarea: “Me siento enormemente bendecido”.
“La caridad de Cristo nos apremia” (2 Cor. 5, 14) es el lema de su ordenación episcopal: “He experimentado y experimento ese amor del Señor Jesús en mi vida, amor que se expresó a cada paso de mi ministerio sacerdotal en `misericordia', y eso es lo que pido para mi ministerio episcopal: poder transmitir ese amor de Jesús a los demás, sabiendo que él nos ama sin condiciones”, expresó.
Con monseñor Medina, la diócesis de Lomas de Zamora tiene ahora dos obispos auxiliares que acompañan en la tarea a monseñor Lugones: el otro es monseñor Jorge Torres Carbonell.+
Comentarios
Publicar un comentario