En Pentecostés, Lomas de Zamora reafirmó su compromiso como Iglesia sinodal
8 DE JUNIO, 2022
LOMAS DE ZAMORA (BUENOS AIRES) (AICA)
A través del "Encuentro Pre-sinodal Diocesano" se compartió lo trabajado en las comunidades, junto con el documento final y en presencia de monseñor Jorge Lugones SJ.
En el marco de la solemnidad de Pentecostés y del camino sinodal propuesto por el papa Francisco, la diócesis de Lomas de Zamora llevó a cabo en el colegio Manuel Belgrano, de Témperley, el Encuentro Presinodal Diocesano, del que participaron laicos, religiosas, sacerdotes diocesanos y representantes de 47 de las 61 parroquias de la diócesis.
En el Equipo Sinodal Diocesano señalaron que durante el encuentro se reflexionó sobre los diversos aspectos del caminio sinodal: "la escucha, experiencias sinodales, celebración de la fe y la vida, participación, diálogo en la Iglesia y con la sociedad, discernir y decidir”. Todo esto fue reflexionado en las diversas comunidades durante los últimos meses y a partir de ello, con lo realizado en la jornada, se cerró la fase diocesana de “escucha” y la síntesis diocesana, que ahora será remitida a la Conferencia Episcopal Argentina y a la Secretaría General del Sínodo en Roma.
Finalizado el encuentro, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, presidió la misa de Pentecostés, que fue concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Ignacio Damián Medina, y varios párrocos que también acompañaron el encuentro sinodal de la diócesis.
En la homilía, monseñor Lugones recordó que “el lazo de amor entre el Padre y el Hijo es el Espíritu Santo y el Espíritu Santo no nos va a enseñar cosas muy nuevas, pero sí cosas que sabemos y que nunca profundizamos o nunca desarrollamos”.
El obispo recordó que “así como tenemos cinco sentidos físicos también tenemos cinco sentidos espirituales y el Espíritu Santo es el que nos puede ayudar a desarrollar estos sentidos interiores. Por ejemplo el gusto, el gustar la Palabra, el gustar a veces cuando repetimos una frase de un salmo o de un canto, el estribillo, y lo gustamos. Es un gusto interior”.
Asimismo, señaló que “el Espíritu Santo nos enseñará también a escuchar y es el ejercicio que hemos tenido en este tiempo sinodal, escuchar. Y el Espíritu nos recordará que Jesús nos dijo que en la Iglesia busquemos el don de la unidad”. “Cuando hablamos de sentidos interiores también están implícitos nuestros pensamientos, nuestros afectos, nuestros sentimientos. Y con todo esto que soy, tengo y poseo, el Espíritu Santo nos puede regalar este don de la sabiduría, que es el discernimiento”.
En esa línea, aseguró que el “Espíritu que nos ayuda a discernir y que es capaz de enseñar y recordar lo que Jesús siempre nos ha dicho, ‘ámense los unos a los otros’, es un espíritu de comunión y unión y nos va capacitando para Dios, que es justamente descubrir nuestra espiritualidad, esta espiritualidad que significa atender a lo que nos pasa en la vida, a los acontecimientos, cuáles son los signos que presenta el mundo hoy a los jóvenes, o los desafíos que tenemos como Iglesia con los jóvenes y adolescentes de hoy”.
Finalmente, monseñor Lugones invocó al Espíritu Santo para ver qué Iglesia se nos pide hoy.+
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