La Iglesia: donde se encuentran la Eucaristía y la caridad
Con bautismos masivos, almuerzos fraternos y misas, la diócesis de Lomas de Zamora vivió este fin de semana la Jornada Mundial de los Pobres, que este año tuvo como lema: “Este pobre gritó y el Señor lo escuchó” (Salmo 34, 7).
La catedral Nuestra Señora de la Paz, el sábado, fue sede de un almuerzo para personas en situación de calle, en un gesto conjunto de la vicaría de Lomas de Zamora. Igual que el año anterior hubo colaboraciones económicas de los fieles para la compra de todo lo necesario para el almuerzo, y para valorar, la ayuda de los scouts y de los alumnos del Nivel Secundario del Instituto “Pbro. Antonio Sáenz”, el aporte de las señoras que elaboraron las ensaladas y empanadas, los hombres que se encargaron de la parrilla, la presencia de fieles y laicos de varias parroquias, asi como también otros que compartieron el almuerzo y charlas con los agasajados, de los cuales, dos pidieron ser bautizados ese mismo día.
Este domingo, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió una misa donde llevó a cabo el rito propio del Jueves Santo que nos enseña el servicio a los demás: el lavatorio de los pies. El gesto significativo se realizó con personas en situación de calle y miembros de la comunidad.
En su homilía, el obispo compartió algunos párrafos del mensaje del papa Francisco para la ocasión, donde destacó que “también nosotros estamos llamados a ir al encuentro de las diversas situaciones de sufrimiento y marginación en la que viven tantos hermanos y hermanas, que habitualmente designamos con el término general de `pobres´”.
Y al señalar que el Sumo Pontifice pidió que “vivan esta Jornada Mundial como un momento privilegiado de nueva evangelización”, monseñor Lugones invitó a “llevar adelante con entusiasmo la cuarta prioridad: el evangelio a los más alejados, a los que no vienen al templo, a través de la REDd, Reflexión Evangélica Diocesana domiciliaria”. “Cómo nos haremos cargo y anunciarles la Buena Noticia”, preguntó. Por la mañana, monseñor Lugones estuvo en la plaza ubicada en Larrazabal y Blanca Rojas, en Fiorito, donde la vicaría de la Ribera organizó la celebración de bautismos.
Los obispos auxiliares, monseñor Jorge Torres Carbonell y monseñor Jorge García Cuerva, por su parte, presidieron bautismos y misas en sendos barrios de Ezeiza y Almirante Brown.
El domingo, monseñor Torres Carbonell estuvo en misión en el Barrio “Vista Linda” de Tristán Suárez (Ezeiza), y luego compartió una misa y un almuerzo fraterno en el comedor “María de Luján”. Monseñor García Cuerva, en tanto, encabezó los bautismos masivos en la Plaza Mitre en la localidad de San José, en Almirante Brown. La Jornada Mundial de los Pobres, cabe recordar, fue instituida por el papa Francisco en el 2016 al finalizar el “Año de la Misericordia”.
Las distintas iniciativas desarrolladas en el marco de esta jornada fueron promovidas especialmente por Cáritas diocesana, que conmemora el 60º aniversario de su presencia y trabajo en la diócesis.
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